ROCOCÓ:
El Rococó es
un movimiento artístico nacido en Francia, que se desarrolla de forma
progresiva entre los años 1730 y 1760 aproximadamente.
El Rococó es
definido como un arte individualista, antiformalista y cortesano, por el
artista Ronald Rizzo. Se caracteriza por el gusto por los colores luminosos,
suaves y claros. Predominan las formas inspiradas en la naturaleza, la
mitología, la representación de los cuerpos desnudos, el arte oriental y
especialmente los temas galantes y amorosos. Es un arte básicamente mundano,
sin influencias religiosas, que trata temas de la vida diaria y las relaciones
humanas, un estilo que busca reflejar lo que es agradable, refinado, exótico y
sensual.
Arquitectura:
Una de las características
del estilo rococó será la marca de diferencia entre exteriores e interiores. El
interior será un lugar de fantasía y colorido, mientras la fachada se
caracterizará por la sencillez y la simplicidad. Se abandonan los órdenes
clásicos, y las fachadas de los edificios se distinguirán por ser lisas,
teniendo, como mucho, unas molduras para separar plantas o enmarcar puertas y
ventanas. La forma dominante en las edificaciones rococó era la circular. Un
pabellón central, generalmente entre dos alas bajas y curvas y, siempre que era
posible, rodeado de un jardín o inmerso en un parque natural. Otras
edificaciones podían tomar la forma de pabellones encadenados, en contra del
típico edificio «bloque», propio de la etapa anterior.
En este
momento la ventana aumenta progresivamente de medida, hasta la puertaventana o
«ventana francesa», obteniendo una interrelación entre interior y exterior que
consigue la ideal fusión con la naturaleza, con el paisaje y el entorno. Se
descartan los marcos en ángulo recto, demasiado rígidos, y se adoptan ventanas
arqueadas. Se elimina o reduce el uso de esculturas monumentales, limitándolas
a la ornamentación de los jardines.
En cualquier
caso, el aspecto más destacable de los interiores rococós es la distribución
interna. Los edificios tienen estancias especializadas para cada función y una
distribución muy cómoda. Las habitaciones se diseñan como un conjunto que, con
una marcada funcionalidad, combina ornamentación, colores y mobiliario
Pintura:
A pesar de que el Rococó debe su origen puramente a las artes
decorativas, el estilo mostró su influencia también en la pintura, llegando a
su máximo esplendor en la década de 1730. Esta pintura debe llamarse
propiamente como Pintura Galante y no como Pintura Rococó, pues este término
engloba el contexto estético en que se encontraba. Los pintores usaron colores
claros y delicados y las formas curvilíneas, decoran las telas con querubines y
mitos de amor. Sus paisajes con fiestas galantes y pastorales a menudo recogían
comidas sobre la hierba de personajes aristocráticos y aventuras amorosas y
cortesanas. Se recuperaron personajes mitológicos que se entremezclan en las
escenas, dotándolas de sensualidad, alegría y frescura.
Escultura:
La escultura
es otra área en la cual intervinieron los artistas del rococó. Étienne-Maurice
Falconet (1716–1791) es considerado uno de los mejores representantes del
Rococó francés. En general, este estilo fue expresado mejor mediante la
delicada escultura de porcelana, más que con estatuas marmóreas e imponentes.
El mismo Falconet era director de una famosa fábrica de porcelana en Sèvres.
Los motivos amorosos y alegres son representados en la escultura, así como la
naturaleza y la línea curva y asimétrica.
El diseñador
Edmé Bouchardon representó a Cupido tallando sus dardos de amor con el garrote
de Hércules, un símbolo excelente del estilo rococó. El semidiós es
transformado en un niño tierno, el garrote que rompe huesos se transforma en
flechas que golpean el corazón, en el momento en que el mármol es sustituido
por el estuco. En este periodo podemos mencionar a los escultores franceses
Jean-Baptiste Lemoyne, Robert le Lorrain, Michel Clodion y Pigalle.
Máximos
exponentes del rococó:
En
nuestro adán por descubrir a los máximos exponentes del estilo Rococó podemos mencionar que dentro de la
arquitectura se destaca el francés-alemán Francois de Cuvilliés,
quien desplegó todo su talento en el rococó bávaro. Un gran ejemplo de su arte
es el Pabellón de Casa ubicado en el Palacio de Nymphenburg,
una residencia de verano que se posa al oeste de Munich en Alemania.
Otro
ejemplo que vale la pena mencionar de este estilo en Alemania es la Iglesia
de Wies, ubicado al pie de los Alpes en el distrito de
Weilheim-Schongau en Baviera. Por si no lo sabías este lugar de peregrinaje es
considerado como patrimonio mundial desde el año 1983, y fue edificada por Dominikus
Zimmermann entre
los años 1745 y 1754.
Otro
exponente del arte Rococó fue Johan Balthasar Neumann,
un arquitecto alemán que nació en el año 1687 y murió en 1753. Él también se
dedicó a construir una serie de palacios e iglesias católicas. Sin duda uno de
sus ejemplos más destacables es el Palacio de Würzburg edificado en el año 1720, ubicado en
Baviera.
Dentro
del ámbito de la pintura tenemos que mencionar al francés Jean
Antoine Watteau, el cual expresaba un arte que reflejaba
diseños de erotismo líricos. Entre sus obras más destacadas encontramos a “Embarkation for Cythera”
del año 1717, cuadro que se ubica en el Museo del Louvre y “Pierrot Alegre”
el cual se encuentra en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.
Conozcamos
ahora a Francois Boucher y Jean Honore Fragonard dos representantes del periodo tardío
de a pintura rococó. También vale la pena destacar a Jean
Simeon Chardin y
a Etienne Maurice Falconet en la escultura.
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